¿Solo Parkour? por Dani Sampayo.

Esa es la pregunta, tan simple como complicada, ¿es el Parkour tan solo Parkour? Cuanto más se extiende la práctica y sus distintas vertientes cada vez se lee más que el Parkour/ADD/Freerunning es movimiento, que al final simplemente se trata de llegar de un lado a otro superando obstáculos. Cada vez son más jóvenes las personas que se inician en la disciplina y cada vez tienen más material didáctico sobre cómo empezar al alcance de un click en google. Sin embargo se trata casi siempre del mismo material: descripciones de los mismos movimientos, algunos tutoriales de cómo conseguir realizar los movimientos, consejos para sacar el mayor rendimiento a cada movimiento y rutinas de entrenamiento para alcanzar la perfección de cada movimiento.

Todo esto ha conseguido que alcanzar un nivel básico en la ejecución de las distintas técnicas sea ya algo bastante sencillo con un mínimo de práctica. Es más, en 2 o 3 horas y con un buen método de aprendizaje de la mano de alguien que ya domine la técnica de cada ejercicio, es posible llegar a conseguir realizar los movimientos y saltos básicos que componen el grueso de recursos técnicos necesarios para moverse. Y con eso en el bolsillo ya solo será cuestión de tiempo y práctica que el manejo de los mismos sea aceptable a un nivel básico de movimiento. Sin embargo, esto acarrea una aceleración importante del nivel y capacidad del nuevo practicante y muchos se estancan o se aburren del entrenamiento al año o dos años de haber empezado.

El Parkour, sin ningún entrenador detrás que no seamos nosotros mismos, exige unas mejoras funcionales en la forma física, técnica, confianza y control del miedo que se convierten en ese bache que hace que la gente abandone. Es necesaria una progresión equilibrada respecto a todas las capacidades que desarrollamos entrenando. Cuando has alcanzado una buena limpieza técnica en el salto de precisión por ejemplo, sentirás la necesidad de querer saltar más, por lo que necesitarás mejorar tu fuerza de impulso para ello, con el riguroso entrenamiento físico necesario para lograrlo. Y cuando la consigas, deberás revisar de nuevo tu técnica para adecuarte a la nueva potencia y controlarla igual que hacías antes. Pasa lo mismo con el resto de recursos. Llega un momento en el que algo te limita y solo depende de tu entrenamiento el superarlo. Esta limitación llega también porque no se tienen claros los objetivos de la práctica, al empezar solo se piensa en saltos o movimientos sin tener claro el fondo de los mismos. Es por eso que el buscar y tener claros los objetivos y finalidad del entrenamiento te lleva un paso más allá.

Empieza entonces otra etapa en el Parkour, la etapa de buscar complementos, de encontrar y conocer más técnicas de entrenamiento, más disciplinas que puedan ayudarte a seguir creciendo como traceur y escapar de ese entrenamiento rutinario, del estancamiento y del aburrimiento que supone hacer siempre lo mismo y de la misma manera. Y son muchos los que evolucionan al Método Natural.

Y es que el Parkour viene del Método Natural, pero un alto porcentaje (por no decir prácticamente todos) de los que comienzan a practicar Parkour ni siquiera conocen su existencia. Es entonces, al investigar y descubrir todas las opciones que proporciona la disciplina creada por Hébert  cuando empiezan a comprender que para seguir creciendo en el Parkour el entrenamiento les pedirá algo más que simplemente salir a la calle a moverse.

Por desgracia, no es raro conocer casos de chicos con 15, 16 o 17 años con serios problemas físicos después de un tiempo entrenando. Tendinitis en las rodillas, sobrecargas en la espalda y zona lumbar en particular, dolores en las muñecas… Si bien es cierto que la técnica es fundamental para dañar lo menos posible el cuerpo, nuestra herramienta, la condición física es igual de importante para no generar ese tipo de lesiones. Que se puedan realizar ciertos saltos no significa que el cuerpo esté preparado para recibirlos.

Uno de los primeros pasos para acercarse a los sistemas de entrenamiento del Método Natural es la práctica de la cuadrupedia como complemento en las rutinas de entrenamiento físico. Existen múltiples formas distintas de caminar con brazos y piernas, se puede ir hacia el frente,  hacia atrás, a saltos con pies y manos juntas hacia delante y hacia atrás también, de lado, sobre una barandilla para trabajar también el equilibrio, subiendo y bajando escaleras… Es un ejercicio muy completo que aporta resistencia, coordinación, estabilidad y que hace trabajar los grupos musculares más grandes así como el resto del cuerpo que ayudará a éstos.

Otro recurso muy común es el entrenamiento descalzo. Cuando mucha gente anda pensando en qué zapatilla es mejor o peor, cuál aporta mayor amortiguación o agarre… Muchos otros ya han pasado a probar a entrenar descalzos o con zapatillas con suela de goma como las Feiyue o unas zapatillas de gimnasia corrientes que se pueden encontrar en cualquier Decathlon por algo menos de 5€. Entrenar descalzo sirve sobre todo para trabajar la técnica de las recepciones y desplazamientos. Muchas veces al tener el pie protegido por una buena zapatilla se le resta importancia a la técnica por no advertir el dolor o el peligro de hacer una mala pisada o una mala recepción en un muro, valla o pared. El ir descalzo o con este tipo de calzado en particular obligará a que la técnica sea siempre lo más limpia posible para evitar golpes en los dedos o recepciones bruscas con el puente o talón del pie.

Uno de los puntos comunes entre los practicantes de Parkour es que nos gusta lo natural, nos gusta entrenar y desenvolvernos en un espacio abierto, ya sea urbano o natural, pero al aire libre en vez de estar encerrados cada día un par de horas en un gimnasio para estar en forma. Eso hace que los ejercicios de autocarga sean un recurso ideal para estar en forma. No requiere de ningún material especial, como mucho una barra para poder hacer dominadas y planchas que podremos sustituir por cualquier rama de árbol. Para el que no sepa de que hablo, los ejercicios de autocarga son aquellos en los que trabajamos con nuestro propio cuerpo y peso: flexiones, sentadillas, zancadas, dominadas, planchas… Ejercicios cómodos que nos exigirán levantar nuestro peso y por lo tanto conocer y mejorar nuestra capacidad para ello, algo fundamental en el Parkour, donde pasamos de estar de pie en un muro a estar agarrado con las manos nada más de otro para después subir, o escalar por ramas de árboles o cualquier estructura. Lo que nos lleva directamente a la escalada.

La escalada es ya algo aceptado y de sobra conocido por casi todo el mundo. Otra disciplina donde se trabaja con la autocarga y que hace desarrollar el cuerpo de una forma proporcionada además de aportar una mejora en la capacidad anaeróbica. Pero tiene algo más que será beneficioso para practicar Parkour:  la técnica y confianza que aporta al que la practica. Será algo muy útil para cuando se quiera comenzar a entrenar en alturas, ya sean estructuras urbanas, árboles o rocas en un entorno natural. La confianza de poder subir y bajar, el ganar recursos técnicos y físicos para afrontar cualquier reto y no bloquearse en medio de una travesía, ya sea hacia arriba, hacia abajo o lateral. Y sin necesidad de subir una montaña o ir a un rocódromo, se puede trabajar haciendo ejercicios de travesías de un lado a otro intentando no tocar el suelo en ningún momento por ejemplo.

Recuperando el trabajo de autocarga, desde Lisses también se intentó exportar hacia el resto de practicantes el trabajo con carga en un entorno natural. Si bien no es un recurso muy utilizado hoy en día, es otra forma de entrenar que potencia todo lo dicho antes. Por ejemplo, ser capaz de subir a un árbol con un bulto, un tronco por ejemplo. Si escalar de por si ya es beneficioso, imaginad lo que puede aportar escalar cargando con algo más o menos pesado pero que te inhabilita uno de los brazos y te hace buscar e inventar rutas o técnicas alternativas para llevar la tarea a cabo. No hace falta decir cómo se notará en el momento de volver a subir el mismo obstáculo libre de cualquier carga y con todas las extremidades disponibles. Luego, podremos usar ese mismo bulto para practicar lanzamientos. Lanzar es un ejercicio que nos hará trabajar la potencia del tronco superior, la coordinación y fuerza en las manos así como la coordinación del campo visual con la capacidad motriz de los brazos y manos.

Otra de las habilidades que son importantes en el Parkour pero que suele pasar desapercibida es la del equilibrio. El equilibrio en el Parkour no es simplemente ser capaz de caminar por una barandilla, es algo más y como tal hay que entrenarlo. No siempre se salta y recepciona en un muro ancho en el que no importe pasarse un poco al apoyar el pie, también se usan barandillas que apenas pasan de dos dedos de ancho y habrá que tener la habilidad necesaria para subirse y estabilizar el cuerpo para saltar cómodo y después para poder “pinchar” la recepción. No son pocos los traceurs que han recurrido al uso de la “slackline” para entrenar el equilibrio ya que también aporta una faceta lúdica al entrenamiento, sin embargo con practicar en cualquier valla se puede aprender y mejorar el equilibrio. Caminar por cualquier barandilla, hacer un ejercicio tan simple como sentadillas encima de ella por ejemplo, o entrenar el subirse de gato o de un salto, donde además de equilibrio y control de nuestro cuerpo estaremos fortaleciendo los tobillos y pies. Y todo esto primero en un sitio sin demasiada altura para pasar después a entrenar en lugares con más altura y entrenar así también nuestra confianza en la habilidad que hemos ido adquiriendo. Por cierto, si se entrena acompañado se puede incluso probar a realizar ejercicios de equilibrio con los ojos tapados potenciando así el resto de sentidos y trabajar la propiocepción al eliminar el sentido de la vista, importantísimo para esos ejercicios.

¿Y qué pasa con la carrera? Un ejercicio básico que aporta resistencia aeróbica, agilidad, tono muscular… Es normal que al entrenar recorridos de más de un par de obstáculos seguidos o cuando hay un tramo de carrera entre ellos se sienta fatiga o cansancio debido a que realizar un recorrido de Parkour es muy exigente por la cantidad de esfuerzo, concentración y contrastes que suceden durante el mismo. Es normal que después de un tramo recorrido los obstáculos ya no se enfrenten con la misma frescura, es por eso que tener un buen fondo ayudará a aguantar y mejorar la calidad de los recorridos.

Como veis, el Parkour no es solo salir a saltar o moverse, también es la preparación que hacemos para ello. El método de entrenamiento, indistintamente de nuestro nivel, nos hace tener unas rutinas completas que mejoren cada una de las cualidades que podamos potenciar además de permitirnos ir variando el entrenamiento y dejar atrás el aburrimiento que puede suponer hacer siempre lo mismo.

Y por último, un pequeño apunte que no por ello menos importante que todo lo anterior. El descanso también forma parte del entrenamiento.

Artículo escrito por Dani Sampayo para http://www.umparkour.com/