The Tao of Parkour
El camino del parkour
        
      Se han hecho muchas cosas sobre el concepto de perdurabilidad de Jeet Kune Do,  a través de las innumerables actividades, formas artísticas, deportes y  disciplinas. A menudo esto se aplica de manera errónea, engrandecido en un  intento chapucero para justificar algún tipo de enfoque del entrenamiento y el  desarrollo, desestructurado  y sin  ninguna base de investigación. Nada puede estar más alejado de lo que Lee  pretendía con este concepto, o incluso más alejado de su propio camino hacia la  liberación personal.
      
      Sin embargo, una analogía muy fuerte y significadora puede ser dibujada entre  el concepto de Lee y nuestra disciplina del parkour (como siempre, uso las  palabras parkour, freerunning y art du déplacemet como términos intercambiables  que describen la misma actividad base. Para simplificar, utilizaré la palabra parkour  a lo largo de este artículo). De hecho, el parkour es un ejemplo clave de Jeet  Kune Do (JKD) en acción. Para explicar esto, es necesario definir primero a qué  se refería Lee con el término Jeet Kune Do y cómo lo aplicaba a su propio  entrenamiento.
      
      El Jeet Kune Do, a pesar de la existencia de muchas escuelas y clubes que  enseñan lo contrario, no es un estilo. No es un sistema, ni una colección de  técnicas, ni siquiera una agrupación de movimientos efectivos partiendo de las  artes marciales. No es boxeo mezclado con Wing Chung, mezclado a su vez con  Muay Thai. No es una simple imitación de los movimientos del propio Lee.
   
  El Jeet Kune Do es simplemente el concepto de funcionalidad. Es el despojamiento de todo lo que no  sirve con el propósito de, en caso de Lee, convertirse en el mejor luchador y  más completo que podía ser. Lee aplicó este concepto sin piedad a su propio entrenamiento, y  les recomendó a otros que hicieran lo mismo, de manera que uno se queda  únicamente con aquello que funciona, solo lo que es directamente funcional para  conseguir un objetivo.
  
  La paradoja de la Libertad.
  
    Esto significa, casi paradójicamente, que el Jeet Kune  Do es a la vez extremadamente liberador y extremadamente rígido  en su enfoque. Liberador porque tiene una única regla –si funciona, úsalo- y  rígido en cuanto a que excluye todo aquello que resulte extraño para su propósito  de producción y efectividad en el producto final. Cualquier cosa que quieras  mostrar, cualquier cosa floripondiosa, cualquier cosa que sirva solo para  lucirse y aumentar el ego del practicante- está instantáneamente descartada. El  Jeet Kune Do es realmente un principio a seguir muy despiadado: lo cual lo hace  tan efectivo, por supuesto. Su núcleo puede encontrarse en las cuatro líneas a  seguir de Lee, las cuales eran: 
    
    * Absorbe aquello que sea útil
    * Rehúsa de lo que esa inútil 
      * Investiga para tu propia experiencia
      * Añade lo que sea específicamente de tu propia cosecha
      
      El Parkour es más de lo mismo. No es una colección de técnicas o movimientos,  ni un sistema de restricción ni un paradigma cargado de tradición, ni tampoco  una metodología de entrenamiento dogmática, no está basado en ninguna regla a  parte de esta: si funciona, úsalo. 
      
      El Parkour, como el JKD, es un concepto aplicable al entrenamiento propio. No  es  un camino del pensamiento, sino un  modo de aprender a pensar sobre los movimientos de uno mismo, aprendiendo cómo  entrenar para alcanzar unas metas personales propias: una filosofía escueta  para encarar la realidad donde tu habilidad está ahora viendo exactamente cómo  y qué tienes que hacer en el caso de que alcances aquello que quieres ser.
      
      De nuevo, esto significa una forma de liberación que no equivale a hacer  simplemente lo que quieras. Eso no es todo lo que Lee pretendía con el JKD, sino  todo lo contrario. Para él, la realidad del combate definía su entrenamiento –  por lo que él se forzaba a sí mismo para encarar la realidad directamente y ver  exactamente qué tenía que hacer para dominarla, tanto si le gustaba como si no,  tanto como si quería hacerlo como si no. Esto suponía un duro entrenamiento,  continuas investigaciones, intensivos exámenes propios y análisis críticos. Lo  cual requería una enorme disciplina y atención, así como un esfuerzo supremo de  voluntad y de claridad en los objetivos. Lee se dio cuenta de que su liberación  sería un producto de duro trabajo
      En realidad entonces, aplicando el principio fundamental del  JKD – o del parkour- es más difícil que dominar cualquier serie de movimientos  o técnicas, o adherencia a una colección de reglas predefinidas. Es más difícil  precisamente porque pone la responsabilidad en el crecimiento personal de cada  uno, lo cual se completa en los hombros del individuo. Pero esto es también lo  que lo hace tan poderoso.
      
      Espíritu de Luchador
      
      Tanto en el parkour como en el JKD, no hay nada más para culpabilizar por algún  fallo a la hora de encontrar una solución para los propios dilemas. Con  bastante entrega y perseverancia, un camino siempre puede ser encontrado. Si  tuviéramos que encontrar un valor como el más importante dentro del  entrenamiento del parkour, uno podría alegar que es aquello que se resuelve en  el interior, que rehúsa de quitar o ser mordido, como un fuerte contrincante.
      
      Con esta mentalidad, el concepto del JKD se convierte en una herramienta  aplicable a todo y casi inevitablemente exitosa. Dado tiempo, una combinación  de buena investigación, práctica y revisión te guiará a las respuestas que busques  en cualquier campo. Ahora, por supuesto, esa investigación y proceso de  práctica puede ser hecho más o menos eficientemente dependiendo del número de  factores, incluyendo el acceso a buena información (a través de la enseñanza,  la guía, el conocimiento y la experiencia de los otros, etc.), aplicación  sensible a la información proporcionada y rigurosa de la propia disciplina,  pero el componente vital es la resolución del proceso a través del cual – el  compromiso a llevar a cabo cualquiera que sea, es necesario realizarlo con el  propio potencial. Esto es lo que Lee más valoraba de todo, diciendo
      
‘Persistencia, persistencia y persistencia. El poder puede ser creado y mantenido  a través de la práctica diaria – esfuerzo continuo.’
  
  Este espíritu luchador, esta fuerza de voluntad inagotable, es la esencia tanto  del parkour como del Jeet Kune Do. Captúralo y podrás lograr cualquier cosa,  para ello otorga la libertad que realmente domina – la habilidad de crearte a ti  mismo. 
  
‘El vacío es lo que se mantiene en pie en medio de esto y aquello. El vació  está en todos sitios; sin tener oposición, no hay nada que lo excluya y oposite.  Es un vacío vivo, porque todas las formas vienen de él, y quien quiera que se  dé cuenta de este vacío está lleno de vida y poder y del amor de todas las  cosas’ – Bruce Lee, 1940-1973
‘The void is that which stands right in the middle of this and that. The void is all-inclusive; having no  opposite, there is nothing which it excludes or opposes. It is living void,  because all forms come out of it, and whoever realises the void is filled with  life and power and the love of all things’ – Bruce Lee, 1940-1973
Texto original escrito y cedido a umparkour.com por Dan Edwardes para http://www.parkourgenerations.com/blog/
Traducido para umparkour.com por Marta del Cerro.